La política de denuncia segura inicialmente estaba dirigida a las víctimas de la trata de personas, pero ahora también está disponible para denunciar delitos como robos, delitos relacionados con el trabajo, abusos o explotación laboral, entre otros. Sin embargo, la existencia de esta política no es ampliamente conocida en los Países Bajos, ni siquiera en ciudades como Utrecht y Ámsterdam, donde se ha implementado de manera efectiva. Por un lado, los migrantes indocumentados no conocen los procedimientos, o simplemente tienen demasiado miedo de ponerse en contacto con la policía. Por otro lado, los agentes de policía no la siguen, ya sea porque no están al tanto de ella o porque ven a las víctimas como realmente criminales, lo que refuerza el temor de las víctimas a denunciar los delitos que sufren.

El proyecto piloto «free in, free out» ha sido una práctica local exitosa. Garantiza la libertad de los migrantes en situación migratoria irregular para acudir a comisarías de policía a denunciar un delito y salir de la comisaría sin ser detenidos o acusados.